Cómo olvidar aquel 4 de enero de 2022, cuando, entre lágrimas, vi por primera vez en un video de TikTok a un gatito adulto pidiendo ayuda. Me limpié las lágrimas y me propuse a ayudarlo. Llegaste a nuestro hogar el 16 de enero, flaquito y con los tendones de tu cuello que sobresalían por la desnutrición, en ese momento te prometí que nunca más mientras estuvieras bajo mi cuidado y protección pasarías hambre. Un día me escuchaste llorar y corriste y lamiste mi cara, en ese momento me mostraste toda tu nobleza. Hoy te veo correr, jugar y saltar como loquito y me pregunto si realmente eres feliz, porque tú llegaste a cambiar mis lágrimas por sonrisas y en un motivo más por el que levantarse diariamente. Mateo, mi flaquito guapetón.